Ya tenemos la huerta lista, preparamos la tierra, sembramos aquellas especies que se adaptan a la siembra directa y trasplantamos los plantines que con tanto cariño cuidamos desde mediados de Septiembre. La huerta está armada! Pero nuestro trabajo no termina acá... esto recién empieza!Uff! No nos digas que ya estás cansado! Te damos una buena noticia: el trabajo pesado ya pasó, lo que viene ahora es lo más emocionante! Vas a ver crecer tus plantas y en poco tiempo vas a empezar a cosechar sus frutos!!
Pero para asegurarte de que tu trabajo rinda al 100% tenés que tener ciertos cuidados básicos como ser:
Riego: es indispensable que NO LE FALTE AGUA a tus plantas. Recordá que si la planta siente que está cerca su fin tiene un instinto natural de preservación por el cual comienza a dar flor a fin de dejar semillas antes de su muerte. Si tu planta se te florece fuiste! El sabor ya no será grato, por lo que deberás reemplazarla. Sólo si es tu mejor planta dentro del cantero (por ej, la mejor rúcula de todas las que plantaste) guardarás las semillas. Pero si la planta no tuvo un buen desarrollo simplemente deberás deshacerte de ella por más que te duela (lo hemos vivido y sabemos que duele después de tanto esfuerzo!).
En general las lluvias no satisfacen la necesidad de agua de la huerta, sobre todo en las zonas más áridas del país. Si vivís, por ejemplo, en Buenos Aires, seguramente las lluvias te ayudarán enormemente y tu trabajo será menor. Además será mejor fuente de alimento para tus plantas porque el agua nitrogenada le dará aún más energía para crecer!
Si las hortalizas no reciben la cantidad suficiente de agua no se desarrollarán correctamente y tendrán menor producción. Ojo! Si regás en exceso pueden aparecer enfermedades como los hongos, la planta se debilita y la producción es de mala calidad, menos nutritiva y de feo sabor.
Obviamente el riego varía según la temporada. Para más información leé nuestro post: Vida en la huerta: el riego, en donde te damos todos los tips necesarios.
Tips importantes: donde sembraste no riegues con manguera porque removerás las semillas. Deberás tener cuidados similares a los que tuviste con los almácigos, regar con regadera, no encharcarlo y si al cabo de un tiempo no crece resembrar.
Abono: el mejor amigo de tu huerta. Abonar tiene que ser parte de tu rutina de trabajo en la huerta. Puntualmente no trabajarás dentro de la huerta con el abono, sino donde hayas colocado o armado tu abonera. Para que tengas un valor de referencia, la huerta requiere aproximadamente una carretilla repleta de abono cada 4 ó 5 m2 de cantero. Cómo? Aún no tenés lista tu abonera? Qué estás esperando! Encontrá todo lo que necesitás saber en nuestro artículo "Compost: un bien al mundo que beneficia tu huerta". No sólo vas a estar ahorrándote varios $$ sino que también reducirás tu basura y contribuirás con el medio ambiente!
Tips importantes: deberás abonar colocando una fina capa de abono o lombricompuesto en la base de tus hortalizas, no es necesario que tooooodo tu cantero tenga abono, simplemente los lugares de dónde tus hortalizas tomarán los nutrientes.
Protección del suelo: Como vimos anteriormente, es importante proteger la tierra a fin de evitar la erosión por el viento, la lluvia y el sol intenso. Es importante que la parte del cantero que no está sembrada (espacios para que las plantas se desarrollen) sea cubierto con mantillo, pasto cortado (no dejar que crezca el pasto, sólo poner pasto de podas), pajas, hojas secas.
Esto asimismo mantendrá la humedad de la tierra y evitará que crezcan yuyos, lo te hará más fácil la tarea en la huerta! Sacar yuyos es una de las tareas más tediosas del trabajo en la huerta!
Un plus: con el tiempo el pasto, el mantillo, las hojas secas o lo que hayas puesto para proteger la tierra, se irá incorporando y funcionará como abono natural.
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