sábado, 25 de octubre de 2014

Armando los canteros

Ya están listos los almácigos, comenzaste tu abonera y el cerco de tu huerta está instalado. El paso siguiente es armar los canteros en los que vas a cultivar tus hortalizas.

Lo primero que deberás hacer es limpiar el terreno. Es muy importante que quites todos los yuyos, cascotes, plásticos, vidrios y toda la basura no orgánica que hay en la tierra, en especial si hay restos de construcción ya que los restos de cal pueden secarte las hortalizas. Ayudate con tus herramientas, utilizá guantes para que no se te hagan ampollas y ponete ropa cómoda. Uff! Es un trabajo cansador y súper demandante, pero te aseguramos que vale la pena. Si estás iniciando la huerta en primavera te aconsejamos que la limpieza la hagas MUY temprano por la mañana o durante el atardecer, evitando las horas de insolación porque vas a abandonar el proyecto al 2do día. Un plus? Vas a sacar unos brazos de envidia para el verano!

Una vez que hayas limpiado el terreno, el paso siguiente es delimitar los canteros. Una manera sencilla es utilizar estacas e hilo para marcar el lugar dónde irá cada uno, de forma tal que puedas visualizar físicamente cómo quedará distribuida tu huerta y realizar cambios en caso de que consideres que el diseño no es el adecuado o simplemente no te agrada!


A tener en cuenta: el cantero deberá tener entre 1 - 1,20 mtrs de ancho, de forma que puedas alcanzar las hortalizas sembradas en el medio del cantero (desde los dos laterales del mismo). Si tu cantero está contra una pared o cerco perimetral deberás hacerlo de la mitad de dicho ancho, o sea 0,50 ó 0,60 cm o bien dejar un pasillo de unos 30-40 cm y luego iniciar el cantero. Es muy importante que el pasillo entre uno y otro cantero tenga un ancho de 30 cm o más para que puedas circular, agacharte y cosechar tu siembra. Hacenos caso y no escatimes en este punto que cuando tengas enormes acelgas de un lado del pasillo y pimientos llenos de frutos del otro te vas a acordar de nosotros!



Cantero con líneas sembradas
En cuanto al largo del cantero, no hay una medida máxima dado que todo depende del tamaño de tu huerta. Para una huerta familiar, como la que planteamos en este blog, 3 metros es una medida ideal ya que te permite sembrar en cantidad justa de cada especie, considerando un consumo para una familia tipo (4 ó 5 personas). Obviamente que la cantidad de especies dependerá de la cantidad de canteros que puedas realizar.

El siguiente paso consiste en remover la tierra. La primera vez que lo hagas va a ser un trabajo muy cansador, porque la tierra está muy apelmazada, compacta, pero a medida que pasen las temporadas (siempre que mantengas tus canteros regados y no dejes que la tierra se quiebre) vas a ver que se hace más sencillo. Es importante que remuevas toda la tierra del cantero hasta 30 cm de profundidad, dado que es hasta donde pueden llegar las raíces de tus hortalizas. La tierra debe quedar floja, aireada, para que el agua filtre correctamente y puedan desarrollarse bien.


Cómo remover la tierra: se debe realizar una zanja de 30 cm x 30 cm, para ello deberás utilizar una pala grande y trabajar en secuencia. Cómo es eso? Iniciar desde un extremo de la línea del cantero que vas a remover (si tu cantero tiene 1,20 mts entran 4 líneas), clavás la pala hasta 30 cm de profundidad aproximadamente y el pan de tierra que saques lo colocás en la cabecera de la zanja, dejás 5 cm de distancia y volvés a repetir el procedimiento hasta que abarques toda la línea. Lo repetís en todas las líneas hasta que hayas terminado el cantero o los canteros de tu huerta. 


Si es la primera vez que removés la tierra y aún no abonaste, podés desarmar 
los panes de tierra sin problema. En cambio, si tu tierra está abonada recientemente (por ej, compraste una camionada de tierra negra para cubrir tu huerta) o bien ya sembraste esos canterios anteriormente, es muy importante que no des vuelta el pan ya que los nutrientes se encuentran en la superficie y es de donde asimismo tomarán su alimento las plantas. Si es importante que desmenuces los terrones, la tierra debe quedar bien aireada.

Finalmente se debe rastrillar para dejar la superficie pareja y nivelada. Ahora tu cantero se encuentra en condiciones de ser sembrado o bien de que trasplantes los almácigos. Si aún no vas a sembrar, cubrilos con pasto seco, hojas secas, corteza o mantillo (se compra en viveros) a fin de evitar la erosión por lluvias, sol y viento fuerte.


Si nunca antes sembraste la tierra ni fue abonada y considerás que no es una tierra rica en nutrientes (es tierra arcillosa, pedregosa, tiene un color desgastado, fue castigada por la erosión o la construcción, etc.), te recomendamos que pongas una capa de 1 cm de tierra abonada, compost o lombricompuesto. De esta forma ayudarás a mejorar la tierra de tu huerta. 


A medida que pasen los años es útil que al cantero lo enmarques con maderas de forma tal de que puedas ir aportando abono y asimismo te ayudará a evitar el ingreso del pasto que tan invasivo resulta.


IMPORTANTE: La tierra de los canteros debe abonarse todos los años, no vasta con la rotación y asociación de plantas, el abono es una parte muy importante de la huerta. Para ahorrarte los costos de comprar tierra abonada podés realizar tu propia abonera. Leé nuestro artículo "Compost: un bien al mundo que beneficia a tu huerta" en donde te explicamos todo lo que necesitás saber para armarla.


Buscá tus herramientas, estacas (palos, hierros o lo que tengas a mano) e hilo o soga y a armar los canteros!


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